Separar al autor de la obra, ¿es posible?
Odio esta pregunta y meterme en barrizales, pero *allévoy*
Un día más, iba a dedicarme a corregir Proyecto Esmeralda.
Un día más, Internet ataca mi salud mental y emocional con noticias sobre hombres que abusan de mujeres.
Claro que esta vez no ha sido un hombre cualquiera: ha sido Neil Gaiman.
No es la primera vez que se deja intuir que este autor tiene las manos demasiado inquietas, ni es la primera vez que una víctima denuncia y/o confiesa tiempo después por miedo o por haber sido, a mayores, víctima de un soborno por parte de su agresor.
Estoy tan cansada. De verdad, TAN cansada de que hombres con poder puedan comprar el silencio de sus víctimas y la sociedad los ampare dándoles el beneficio de la duda cuando los crímenes salen a la luz que la mayor parte del tiempo ya ni se me revuelve el estómago cuando leo algunos de los testimonios, tan solo me invade una profunda desazón.
Sin embargo, esta vez ha sido diferente. Esta vez ni siquiera pude terminar de leer la última noticia que llegó a mi feed, porque no estamos hablando de un millonario random o un rapero que no he escuchado en la vida. Estamos hablando de Neil Gaiman. Ya sabes: Coraline, Sandman, Good Olmens… Este señor ha trabajado codo con codo con Terry Partchett y eso hace que todo esto me duela mucho más, porque no puedo evitar hacerme preguntas como: ¿Estaría Terry al tanto de esto? ¿Sería él también un abusador? ¿Cuántos autores más podrían estar metidos en el ajo? Porque no olvidemos que en estos casos, los hombres siempre se protegen entre ellos, especialmente si son de la misma calaña.
Pero Terry ya está muerto y esto no va sobre él, va de cómo un hombre puede destrozar a alguien y quedar impune por tener cierto estatus, un trabajo digno de alabanza y los medios para silenciar a sus víctimas, ya sea mediante dinero o el miedo y la vergüenza a que no las crean porque: ¿quiénes son ellas?
Obviamente solo quieren sacar provecho de la situación, ¿no? No es como que el desgaste psicológico de pasar por todo el proceso judicial de denunciar a un personaje público (y ojo, no público también) sea superfluo. No es como que al intentar liberarse de la culpa que arrastran como víctimas e intentar ponerla en su lugar, sobre los hombros del verdugo, se sometan al juicio de millones de personas que las van a poner en duda.
Claramente saldrán ilesas de todo este proceso que puede durar años.
Quién nunca haya sido víctima no entenderá, pero en mi caso personal, el proceso de liberarme de la culpa es una de las situaciones más duras a las que he tenido que enfrentarme. Y aún así, aunque me avergüenza profundamente confesarlo, a veces elijo creer al verdugo porque sus obras me han empujado a desarrollar cierta empatía hacia él, porque una parte de mí se niega a aceptar que alguien capaz de crear cosas tan fantásticas pueda ser tremenda mierda de persona (y porque el patriarcado ha hecho bien su trabajo y no soy inmune a él, claro). Sin embargo, cuando las denuncias y testimonios son más de una decena… No puedes seguir negando la realidad.
Hoy estoy de luto. Y creo que todo el mundo literario y del arte también debería estarlo. Porque cuando este tipo de cosas salen a la luz ya no hay vuelta atrás. No importa lo grande que sea su obra, ese gran genio es humano, es hombre y ha hecho cosas horribles. Esa personas es una mancha más en la historia del arte.
Neil Gaiman seguirá creando. Neil Gaiman seguirá vendiendo y podrá seguir silenciando a sus víctimas. Porque desgraciadamente, parte de ese silencio lo hemos financiado nosotras.
No me mal interpretes, no quiero culparte de nada. El único culpable es él. Las personas que hemos consumido sus obras no teníamos modo de saber qué ocurría en su intimidad ni la clase de ser que es. Pero ahora que sí lo sabemos surge la eterna pregunta:
¿Se puede separar al artista de la obra?
No.
La respuesta rápida y simple es no. Al menos mientras esté vivo.
Digo más: como creador, uno siempre deja parte de sí en cada obra, pero depende de la maestría de cada uno ser capaz de disimularlo o no. Engañar a alguien, más cuando no te conoce, es muy fácil. Por lo que, aunque esté muerto, de algún modo, seguirá estando ahí.
Sé que como humanos no somos perfectos. Sé que la cagamos continuamente y que nadie está libre de pecado, pero considero que hay cosas que no se pueden pasar por alto, como abusar de forma reiterada de la gente que está por debajo de ti, por ejemplo.
Quiero decir… ¿una vez conoces estos hechos puedes coger un cómic de Sandman y verlo del mismo modo? Yo no podría, y tengo un par de ellos en casa. Sé que la próxima vez que mire sus lomos en la estantería me dejarán un sabor agridulce.
Apoyar a artistas vivos que han cometido este tipo de crímenes es darles carta blanca para seguir perpetuando su conducta. Es concederles la impunidad, al menos la tuya, porque con el dinero que continúen amasando podrán mantener su estatus y seguirán teniendo los recursos y el apoyo necesarios para comprar el silencio de las víctimas.
Diste en el clavo con esta oración "apoyar a artistas vivos que han cometido este tipo de crímenes es darles carta blanca para seguir perpetuando su conducta", a la cual suscribo. Y has podido responder lo que me preguntaba, si realmente podemos separar obra de artista. Tu declaración me parece de lo mas sensata: mientras esté vivo, no será posible.
Gracias por compartir este texto!
Me puede la rabia, el dolor silenciado y el abuso de poder. Gracias por tan necesario texto. Sé que lo escribes desde la necesidad. Odio también que ésta exista. Hoy estamos de luto, de nuevo.