Se busca nutricionista
¿Necesitas que alguien juzgue tus hábitos alimenticios? Di que no comes carne, te aseguro que de repente toda la gente que te rodea tendrá el título de nutrición (o eso se creen).
Los cortes de carne son políticos. La industria de la carne es una demencia que todos aceptamos fingir, en mayor o menos medida. Y cuando digo que los cortes son políticos, es en muchos sentidos: en la forma en que la industria de la carne explota cuerpos a base de sufrimiento, pero también en la forma en que ciertos cortes de carne son privilegiados y terminan vendiéndose solamente afuera para los países dominantes, o en la forma en que estamos acostumbrados a comer mucha más carne de la que realmente necesitamos.
Empiezo el post con esta frase de
, aunque llevaba toda la semana dándole vueltas a esto (sí, soy de esas personas que se aferra a las ideas, aunque nada tenga que hacer con ellas). No al hecho de que la carne sea política, eso es algo que entendí y acepté hace años, sino de lo mucho que a la gente le afecta que alguien no la consuma.Hablar de carne a la gente le escuece tanto como hablar de feminismo.
Hola, soy Rea, y llevo unos diez años sin probar la carne. No, no fue difícil. No, no la echo de menos. No, no como a base de ensaladas. No, no me ha traído problemas de salud. No, la gente no entiende nada de esto, pero en especial no entienden el último punto.
Verás, siempre fui una persona muy enfermiza. Enfermiza no es la palabra, no es que me ponga enferma a menudo, simplemente no suelo estar bien por diferentes motivos:
La humedad del clima (Galicia, hola).
Alergias e intolerancias varias.
Sinusitis.
Tensión baja.
Nervios auditivos dañados y su consecuente perdida de equilibrio (vértigos).
Cerebro que se olvida de segregar la hormona de la felicidad.
Dificultades para entender el mundo y gestionar situaciones sociales que derivan en una frustración desmedida.
Somatización.
Ansiedad crónica generalizada.
Tendencias depresivas.
Ciclos hormonales que son una putísima montaña rusa.
Problemas intestinales hereditarios.
Y un largo etc.
Pero nada, NADA de lo anterior importa si no comes carne. No importa que lo lleves sufriendo desde que eras una cría que no podía ni agarrar el mando de la consola porque sus manos eran demasiado pequeñitas. Está claro que todo lo que te pasa es porque no comes carne.
Hace unas semanas, en el trabajo, me dio un mareo. No sé si fue un vértigo o un bajón de tensión. Me sentía como la mierda, tenía frío, había dormido fatal, la curva de descenso de mi ciclo hormonal había comenzado (eso significa batería baja) y la alergia al polvo y a los productos de limpieza comenzaban a pasarme factura. Había terminado de limpiar las baldas de un armario, pero me quedaba la superior y en mi estado no tenía ninguna intención de subirme a una escalera. El jefe y mis compañeras de planta me dijeron que me sentara, que ya se encargaban ellas mientras el jefe iba a por algo de comer.
Claro, me sentí fatal porque ya llevábamos algo de retraso, y es que los ricos que piden construir chalets tienen la estúpida costumbre de contratar el servicio de limpieza cuando la obra aún no ha terminado y los obreros pululan por la zona haciendo su trabajo que, con todo el respeto, parte de él deriva en ensuciar. Las cosas como son: las obras no son limpias.
Cuando el jefe llego con toda la buena intención del mundo con un descafeinado de leche sin lactosa que no me pude tomar (because leche), me cedió su Aquarius y me dieron un pedazo de pan solo porque, obviamente, lo único que había para acompañarlo era fiambre. Bebí, comí y, aunque mi cuerpo estaba débil, empecé a sentirme mejor.
Fue cuando una de las compañeras veteranas (a la que por cierto no aguanto), decidió hacerme un examen médico completo con su reloj mágico superinteligente. Me midió la tensión, el ritmo cardíaco, el oxígeno en sangre (no entiendo cómo) y yo que sé qué mierdas más. El veredicto fue que estaba perfectamente y que fingía porque no me apetecía trabajar (¿A quién le apetece?).
Ah, bueno, claro, todo esto después de una charla sobre «es que te falta proteína, no comes proteína, es que no comes NADA».
Como verduras, como legumbres, como hortalizas, como grano, como dulces, como fruta, frutos secos, pescado, tubérculos, huevos, semillas… Pero claro, no como carne, y eso es no comer nada.
Es que tiene cojones que una tipa que confiesa no comer fruta, ni cebolla, ni tomates, ni legumbres, ni verduras (porque la hierva para las vacas), ni beber agua si puede evitarlo (se hidrata a base de cervezas rubias filtradas), que su menú estrella y habitual es filete/muslo barato de pollo megahormonado criado en jaula con media patata frita, se crea en la potestad de darme lecciones de nutrición, todas apoyen sus argumentos y nada de lo que yo diga importe una mierda.

No importa que mi médico apruebe mi dieta y me tenga controlada, que yo haya hecho un minucioso estudio nutricional sobre el tema consultando con profesionales de la salud y hecho análisis para comparar el antes y el después antes de dar el paso o que mi pareja se curre menús semanales para asegurarse de que no me falta de nada. Cualquier persona de a pie se saca el título de nutrición de debajo del brazo y se pone a hablar de proteínas, aunque no sepan ni definirlas, ni su función, cuánta necesita el cuerpo y la cantidad que hay en cada alimento. Ni que decir tiene que ni se le cruza por la cabeza hablar de vitaminas, minerales o flora intestinal porque esos ya son temas avanzados (nutricionistas, pero no mucho). No importa, porque si tú te mareas es porque no has comido carne.
¿Sabes lo que es la proteína, urraquita?
Son macromoléculas formadas por cadenas de aninoácidos presentes en TODOS los organismos VIVOS (y en sus derivados). Las células dependen de ellas, podemos cecir que son su alimento, y se encargan del transporte de otras moléculas. No voy a entrar en detalles porque no soy nuctricionista y todo esto puedes buscarlo en Internet o en tu libro de ciencias del instituto.
Pero te voy a contar un secreto: los vegetales son seres vivos 🤯
Sí, urraquita. Un plato de guisantes tiene proteína, un trozo de brócoli tiene proteína, las lentejas tienen proteínas, ¡hasta la puñetera quinoa tiene proteínas! De hecho, la proteína de guisante es de lo que tiran los atletas veganos para ganar masa muscular.
Sí, es verdad que la carga proteica de los vegetales es inferior al de la carne y no se asimila igual (la animal se digiere mejor), pero el de la carne es superior a la que el cuerpo humano necesita y el consumo de carne habitual es MUY elevado. No hablamos de comer medio filete al día. Hablamos del filete, del bocadillo de jamón, de la ensalada con pavo de la cena, del café con leche de la mañana, de la tapa de tortilla del medio día (sí, los lácteos y el huevo también tienen buena carga proteica y grasa). Más innecesario que las pelucas de María Antonieta. Pero si un “carnívoro” tiene algún problema de salud, nadie lo achacará a un consumo excesivo de carne que también incluye su propio pack de efectos secundarios negativos que nadie parece/quiere ver.
No me voy a poner a hacer matemáticas para hacer un balance nutricional de cada alimento. A grosso modo, si me faltasen proteínas mis uñas estarían horribles, pero aquí están, una semana más aguantando los golpes contra las teclas. También tendría dolor en las articulaciones, cosa que me pasaba mucho cuando era adolescente, pero que no me pasa desde que dejé la carne (salvo la rodilla derecha cuando llueve, porque soy toda una señora).
En fin, que en Internet tienes un montón de listas y artículos sobre la carencia proteica en el cuerpo y sus efectos, así como tablas con la carga nutricional de diferentes alimentos. No me voy a parar en ello porque ni es el objetivo del post ni es mi campo. Si realmente te interesa, la información está ahí.
No quiero que creas que con todo esto te intento convencer de que te hagas vegetariana. Sería genial, no voy a negarlo, pero tampoco es el objetivo de este post. Su objetivo, aparte de desahogarme, es que si eres de esa gente toca pelotas a la que se le llena la boca con la palabra proteína cada vez que alguien dice no comer carne, te calles. De verdad, no nos importa tu opinión, solo queremos estar tranquilas y llenar el estómago con algo rico que no haya sangrado.
Mucho se queja esta gente de las veganas/vegetarianas, pero no he conocido a una sola que sea la mitad de pesada que las nutricionistas de Aliexpress.
Al final aferrarme a esta idea sí ha servido de algo: ha dado lugar a esta publicación. Irónico, si me preguntan.
1. Qué honor que cites mi texto, es la primera vez que me pasa y me siento una rockstar
2. Me encanta el tono de tu texto y me pasó mil veces. Y eso que como pescado, o sea que recibo menos escrutinio alimentario. Así y todo la gente se pone re pesada, y unx en la obligación de no confrontar. Mi argumento preferido es que lis animales comen carne y ahí les pregunto si se comerían a un bebé como hacen algunos leones cuando el cachorro les sale enfermo
3. Todos son nutricionistas y es INSOPORTABLEEEE