No sé cuándo publicaré esto, pero ayer, 2 de abril, Nintendo anunció la Switch 2 y el desproporcionado precio de los juegos de esta nueva consola.
Si bien los precios de los juegos solo ha ido en aumento, como todo lo demás, la compraventa de segunda mano te garantizaba poder encontrar algún juego de la generación actual o de la anterior a unos precios más asequibles.
Sin embargo, Nintendo tiene una política absurda que se remonta a los tiempos de la DS en la que decidieron que, aunque se vendan juegos de segunda mano, estos no podrán tener una rebaja significativa en su precio. Es por eso que a veces vas al cajón de juegos usados del Game y te sigues encontrando el Pokémon SoulSilver a 45€ a pesar de ser un juego del 2009.
Ante el aumento de precios en los videojuegos (y probablemente otras cosas que benefician más a las empresas que a los consumidores) se apuesta cada vez más por el formato digital, ya sea a través de la compra del juego en sí o de una licencia de uso, como en el caso de Steam.
El problema es que muchos de estos títulos no varían su precio de la versión física a la digital. Literalmente te cobran lo mismo por unos gigas ocupados en un disco duro que por un CD/cartucho en su cajita con carátula y, si tienes suerte, un papelito con un código para descargar una armadura guay.
*Suspiro nostágico*. Extraño tanto los manuales con su arte…
Es por eso que los juegos como servicio y los gacha se han popularizado tanto (según yo).
¿Qué es un videojuego gacha?
Es un videojuego que adapta y virtualiza la mecánica de la gacha (la máquina en la que metes una moneda y te sale una pelotita de plástico con algo aleatoria dentro). La mayoría de estos videojuegos son gratuitos. En ellos, las jugadoras gastan dinero virtual; sin embargo, muchas veces se acaba gastando dinero real para obtener el dinero virtual.
Este tipo de juegos te permiten explorar durante horas sin necesidad de hacer compras. Te registras, descargas el juego, lo instalas y a disfrutar; sin gastar un duro y sin salir de casa. Ejemplos de esto son Fortnite (que no es un gacha, pero tiene sus cosillas), Genshin Impact o el más reciente Infinity Nikki. También hay muchos MMORPG que siguen un modelo similar, uno al que a muchas nos gusta llamar “Free to play, pay to win” (juega gratis, paga por ganar). Yo jugaba a Aion, no sé qué la está petando ahora en el género.
(Ojo: si los juegas en consola, salvo Fortnite y quiero creer que alguna excepción más, tienes que pagar el acceso a internet a través de ella. Tócate los huevos, pagar la conexión en tu casa no es suficiente para los empresaurios).
El tema es que estos juegos te garantizan horas de diversión completamente gratis, pero… ¿Cómo consigue veneficios la compañía entonces?
Probablemente ya lo has adivinado: ✨suscripciones y micropagos✨.
Claro, el juego, en general, te permitirá ganar recursos para que tras horas y horas, quizás, y solo quizás, puedas conseguir ese artículo exclusivo del evento que tanto quieres, pero hay quien no tiene tiempo para farmear dicha posibilidad o hay artículos que directamente son de pago o exclusivos del pase de batalla.
Es aquí donde entra el FOMO.
¿Qué es el FOMO?
El Síndrome FOMO (Fear Of Missing Out) es descrito como el «miedo a perderse algo», que provoca necesitar estar permanentemente conectado a redes sociales para comprobar si otras personas conocidas están teniendo experiencias interesantes que se están perdiendo (Pérez-Elizondo, 2020).
Si preguntan mi opinión, no creo que el FOMO sea algo exclusivo de las redes sociales y las personas conocidas. No solo porque la mayoría de las personas que seguimos en redes es gente que no conocemos, sino que algunas son directamente cuentas de empresas.
Así pues, el FOMO puede aplicarse también a estar al tanto del último sinsentido de Balenciaga, comentar los memes de Eurovisión en X o Bluesky, hacer un streaming completo del último Triple A y, por supuesto, conseguir el artículo estrella del evento de la temporada en tu gacha de confianza.
Pensar que solo vas a conseguir eso que quieres tanto durante un evento de tiempo limitado solo alimenta la ansiedad y te obliga a jugar durante horas, a veces sin tan siquiera disfrutar la partida. Eso es muy triste, porque amo los videojuegos, pero que me obliguen a hacer cosas no. Lo de cumplir órdenes lo llevo mal; me fastidia, igual que me fastidia tener que crear una rutina para encajar unas horas de juego que quizás me apetece dedicar a otra cosa y que probablemente serán insuficientes para alcanzar mi objetivo.
Este sistema de eventos y gatchas te obligan a comprometerte con un hobby hasta convertirlo en una tarea rutinaria de la que no puedes ni llegar a disfrutar.
«No me apetece mucho jugar, pero quiero conseguir esta skin». «Debería irme a dormir ya, pero aún no he hecho las diarias para conseguir las monedas». «Dos misiones más y ya puedo hacer una tirada de gacha».
Ya no es solo que te obliguen a comprometerte, es que te obligan a tener una relación casi exclusiva con el juego por las horas que tendrás que dedicarle a algunos para según qué cosas. A veces incluso sin prestarle atención a la partida. No quieren que juegues y disfrutes la experiencia, les basta con que tengas el juego abierto para combates y farmeo automáticos o recuperar puntos de energía para seguir jugando o conseguir más recursos.
Ahora que lo pienso se parecen bastante al capitalismo en sí. Son el mismo círculo vicioso de consumo voraz y vacío.
Y me dirás: «Rea, nadie te obliga a jugarlos».
Lo sé, urraquita, lo sé. Pero aquí está la cosa: a las gamer nos gustan los videojuegos, al igual que a la ciudadana promedio le gusta pasarse horas en la terraza de un bar gastando su sueldo en café y cervezas para llegar a casa y llorar que no tiene dinero. Esto es un poco lo mismo. Queremos un juego nuevo, igual que una lectora quiere nuevas aventuras, y si es bonito y gratis caemos como moscas.
He de decir que soy una persona muy selectiva con los eventos a los que les dedico tiempo en este tipo de juegos, así como a la cantidad. Ahora mismo solo juego Infinity Nikki. De todos los gacha que he probado es el más amable junto con The Tower of Fantasy (al que ya no juego). A mayores, también avanzo lenta, pero segura, en Dragon Age IV, the veilguard. Este último no es un gacha, por eso puedo ir compaginando partidas; sé que si una semana no puedo enfrentar las calamidades que una pareja de Dioses antiguos esparcen por el mundo no habrá consecuencias.
(Voy a casarme con Bellara y solo mi mala suerte romántica en la saga podrá impedirlo).

Sí, soy de esa gente que juega Dragon Age como si fuese un juego de citas. Sé que tú también lo haces, no me engañas, todas estamos en esta mierda por lo mismo, no por los dragones, ni por la ruina, ni por los antiguos Dioses. Estamos por el salseo. Por saber si ese hijo que tu crush y mejor amiga tuvo con tu novio, el que te dejó plantada y con el corazón roto antes de enfrentar una última batalla por el destino del reino, el mismo que también era el príncipe heredero y que se quedó con el trono gracias a ti, se convertirá en el próximo rey o será una subtrama olvidada.
No voy a aburrirte con mis romances frustrados de la saga. Tampoco sé cuál es el punto al que quiero llegar, aparte de que me angustia que en los juegos gacha metan más de un evento, porque no me da la vida y estoy hasta la cona de que todo sea tan caro y de que me pidan suscripciones y mircopagos por todo.
Queda dicho.
Creo que hemos intercambiado algunas notes al respecto a este tema así que conocía y comparto tu posición. Pero por otro lado, este post me ha dado pista de los juegos que te gustan jiji