Quizás yo no soy el mejor ejemplo de decisiones inteligentes, pero intento tomarlas de forma activa, eso te lo puedo prometer.
La publicación de hoy será breve, pero intensa, ¡y muy útil! Al menos si decides aplicar esta técnica a tu vida. Te aseguro que es sencilla, lógica y no te obliga a levantarte a las cinco de la mañana para hacer ejercicio y planificar los próximos diez años de tu vida.
Todo nace de una escena de la fantástica serie animada de Harley Quinn (2019). En uno de los capítulos, Harley intenta escabullirse para cometer un acto impulsivo, pero Alfred la detiene. Es entonces cuando da a Harley y a la espectadora un gran consejo:
“Sé una PERRA”
Piensa
Evalúa
Relájate
Reconsidera
Actúa
P.E.R.R.A
*Nota de la autora: por lo general no va conmigo eso de abrazar y emplear términos patriarcales que aluden a la vida sexual de la mujer para devaluarla, menos aún cuando no existe su contraparte masculina bajo un mismo significado o es un hombre quien emplea dicha palabra para referirse a una mujer. Sin embargo, considero que el acrónimo PERRA merece la apropiación y resignificación de dicho término (y para ambos géneros).
¿Cómo aplicar el método PERRA a tu día a día?
Vamos a plantear una situación hipotética. Quiero que te imagines que eres una mujer del 1800 de la más baja nobleza. Tan baja que tu familia conserva los títulos por formalidades de herencia y no porque tengáis los medios para manteneros a flote a largo plazo. Tienes veintisiete años, sin dinero ni expectativas; eres una carga para tus padres y tienes miedo de lo que te depara el futuro al no contar tampoco con un hermano o pariente cercano masculino adinerado que se pueda hacer cargo de ti.
Sin embargo, un día y sin venir a cuento, el primo de tu mejor amiga te pide matrimonio.
El hombrecillo en cuestión es bastante patético, carente de personalidad, atractivo e ingenio, pero cuenta con una buena posición, un trabajo respetable, tierras y amistades pudientes. Además de todo esto, parece fácilmente manipulable.
Es ahora, frente a este evento canónico, que debes pararte y ser una PERRA.
1. Piensa
1800, veintisiete años, no eres especialmente atractiva ni elocuente y tampoco has contado con una gran educación. Tu familia está lejos de ser influyente y tus padres maldicen cada día el no haber tenido un hijo varón. ¿Es esta propuesta matrimonial el bote salvavidas que esperabas porque jamás se te ha ocurrido aspirar a un barco?
2. Evalúa
Si bien sabes que el único motivo por el que este espécimen ha pedido tu mano es porque le han dicho que debe casarse, la cuestión es que de entre todas las muchachas humildes de la campiña inglesa te ha escogido a ti.
Si bien ninguna conversación con él es demasiado interesante, te respeta dentro de los estándares de la época y por norma cede a tus deseos sin tan siquiera tener que insistir.
Te ofrece un techo, protección y un saloncito privado en la que será vuestra futura casa para que tengas intimidad y puedas tomar el té con tus amigas y escribir cartas mientras disfrutas de las vistas. ¡Dada tu desfavorable situación es para pensárselo!
3. Relájate
Pero no te precipites. ¿Realmente te visualizas viviendo con él y convirtiendo esa casita en un hogar? ¿Te visualizas viviendo sin él en un escenario que no esté envuelto en pobreza y dificultades?
Tómate un tecito, da un paseo, despeja la mente.
4. Reconsidera
Este podría ser un buen punto para hacer una de mis cosas favoritas: una lista de pros y contras. Tener tus ideas y opciones ordenadas de forma visual siempre ayuda mucho y también puedes remarcar aquellos puntos que tienen más peso para ti. En este caso hipotético, uno de esos motivos de peso podría ser «Tener una casa y no morir de hambre».
5. Actúa
Después de mucho pensar, decides aceptar la propuesta de matrimonio. Quizás tu mejor amiga te juzgue con la mirada (y algo más), pero no todas podemos permitirnos ser románticas y preferimos apostar por la seguridad y la practicidad. Quizás tu relación será un poco fría, pero la comida en tu mesa será caliente y el jardín siempre estará repleto de tus flores favoritas porque, como ya hemos dicho, tu futuro marido carece de personalidad y hace lo que le ordenen.
Y es así como un futuro oscuro empieza a iluminarse poco a poco por el fuego de una acogedora chimenea. Lo que a priori parecía una mala decisión se acaba convirtiendo en un matrimonio ventajoso que te aporta muchos beneficios y pocos inconvenientes.
Espero de corazón que esto te sea útil y te conviertas en toda una PERRA.
Debo decir que me sorprendió sobremanera cómo resignificaste la palabra en un acrónimo con consejos útiles. Bravo!